A finales de los años 60 del siglo XX, España vivió una apertura política e ideológica
que influyó decisivamente en la actividad teatral. Junto a los teatros oficiales se
formarón “nuevas compañías de teatro que intentaron imponer un teatro alternativo
en todos los sentidos”.
El Teatro Independiente, que fue uno de los fenómenos más sugestivos de la escena
durante el franquismo e incluso durante la transición, transformó paulatinamente
el panorama teatral español en la década de los 60. Procede del teatro de cámara y
ensayo (propio de los aficionados o semi-profesionales y de los teatros
universitarios estudiantiles), que se iba distanciado cada vez más del régimen y de
la actividad teatral oficial. Este modelo teatral se halla abocado a la búsqueda de
nuevos lenguajes que se apartan conscientemente del texto escrito, adecuándose a
una nueva concepción del espectáculo centrado en la imagen y en el cuerpo del
actor y en sus posibilidades expresivas, espectáculo cada vez más multidisciplinar,
escogido y metateatral.
Las producciones de los grupos de Teatro Independiente fueron marginales bajo el
régimen franquista, debido a las persecuciones e impedimentos continuos por
parte de la policía y de las autoridades competentes. Son muy pocas las obras que
llegaron a los escenarios y obtuvieron algún éxito de público.
Por ejemplo, el grupo
Tábano estrenó el 21 de junio de 1970 una pieza muy significativa: “Castañuela 70”
, de Juan Maragallo, una crítica lúcida mediante la cual se satiriza tanto a los
censores como a quienes promueven su actividad. Fue prohibida después de su
estreno y se convirtió en el referente histórico de toda una generación.
Otro grupo destacado fue Els Joglars se han mantenido durante más de cincuenta años fieles al espíritu con que se fundó la compañía. Ya al escoger el nombre hicieron una declaración de principios: "Els Joglars" significa "los juglares"y hace referencia al papel que en la edad media ejercían los juglares, o al de los comediógrafos de la Grecia clásica. Para ellos, el teatro tenía una función social y política: la de hacer crítica social mediante la ironía y la fabulación, poniendo el dedo en la llaga de todas aquellas cuestiones incómodas para el poder establecido. Por ello, las obras han sido tan elogiadas por la crítica teatral, como polémicas en lo político y social.
Por ejemplo, La Torna (en catalán, el redondeo, lo que se añade a una mercancía cuando no llega exactamente al peso solicitado) es una pieza teatral que ha pasado a la historia especialmente por haber sido causa, en plena transición a la democracia, de un consejo de guerra a los componentes de la compañía y de un movimiento popular sin precedentes.
La obra recrea los últimos días de la vida de un delincuente, Heinz Chez, (cuyo nombre real era Georg Michael Welzel) y su ejecución a garrote vil. A partir de los pocos datos que se tenían sobre este hombre y su proceso (se decía que los jueces deliberaron mientras se comían una paella y firmaron la sentencia ya borrachos), se construyó una farsa en la que todos los personajes actuaban con caretas a excepción del propio Chez, víctima y testigo de todo el montaje que se creó a su alrededor. Heinz Chez fue ajusticiado el mismo día 2 de marzo de 1974 que Salvador Puig Antich en un esfuerzo por parte del gobierno franquista para restar relevancia política a la ejecución de aquel. Chez era presentado pues, como la "torna", el "redondeo" de Puig Antich.
Continúa en : http://es.wikipedia.org/wiki/La_Torna
Teatro pánico:
https://www.youtube.com/watch?v=TKAFrNGYL-A
Teatro independiente:
https://archivodelatransicion.es/archivo-teatro/archivo-teatro-el-teatro-independiente
http://teatro-independiente.mcu.es/grupos/antroido.php
https://www.abc.es/cultura/teatros/abci-albert-b0adella-sobre-placido-domingo-manos-macho-no-estan-para-estar-quietas-201909071711_noticia.html
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