Siduri era una tabernera
que vivía a orillas del mar
Poseía estanterías y toneles de oro
y se cubría con velos
Gilgamesh se acercó vagando
Estaba cubierto por una piel
y lucía espantoso
Su cuerpo era la carne de los dioses
pero en su corazón había tristeza
Su rostro reflejaba alguien que viene de lejos
Cuando la tabernera alzó su rostro
y lo vio a la distancia
tomando consejo de su propia mente
se dijo a sí misma:
«Seguramente este hombre
es un cazador de bestias salvajes
¿Pero de dónde vendrá
dirigiéndose derecho hacia mi puerta?»
Así la tabernera lo vio
cerrando la puerta de la taberna
Cerró la puerta y luego
subió a la terraza
Pero Gilgamesh la oyó
y levantando su pera le dijo:
«¿Por qué tabernera cierras tu puerta
tan pronto como me ves?
Cerraste la puerta
y subiste a la terraza
Tiraré abajo la puerta
Destrozaré las trabas»
La tabernera le dijo a Gilgamesh:
«He cerrado mi puerta
y subí a la terraza
Déjame saber acerca de tu viaje»
Gilgamesh le dijo a la tabernera:
«Mi amigo Enkidu y yo
hemos juntado fuerzas
Subimos las montañas
Matamos al Toro del Firmamento
Destruimos a Humbaba
que vivía en el bosque de cedros
y cazamos leones en las montañas que cruzamos»
La tabernera le dijo a Gilgamesh:
«Si Enkidu y tú fueron quienes mataron a Humbaba
que vivía en el bosque de cedros
cazaron leones en las montañas que cruzaron
y mataron al toro que bajó del firmamento
¿Por qué están tus mejillas tan hundidas?
¿Por que está tu rostro tan desolado?
¿Por qué está tu ánimo en la miseria?
¿Por qué está tu mirada tan devastada?
¿Por qué en tu corazón hay tristeza
y tu rostro refleja alguien que viene de lejos?
¿Por qué tu rostro está quemado
por la escarcha y por la luz del sol?
¿Por qué vagas por el desierto
vestido con una piel de león?»
Gilgamesh le dijo a la tabernera:
«¿Por que no deberían mis mejillas estar hundidas?
¿Por que no debería mi mirada estar tan devastada?
¿Por que no debería haber tristeza en mi corazón?
¿Por que no debería mi rostro reflejar
alguien que viene de lejos?
¿Por qué no debería mi rostro estar quemado
por la escarcha y por la luz del sol?
¿Por qué no debería vagar por el desierto?
Mi amigo Enkidu
asno de las tierras altas
pantera del desierto
Mi amigo a quien quise tanto
quien atravesó conmigo cada peligro
Mi amigo Enkidu a quien quise tanto
El destino de los mortales se apoderó de él
Seis días lloré por él y siete noches
No entregué su cuerpo para el entierro
hasta que un gusano salió de su nariz
Entonces me aterré de que también yo moriría
Me atemoricé de la muerte
y por eso vago por el desierto
En lo que se ha covertido mi amigo
ha sido demasiado para soportar
Desde entonces vago por el desierto
¿Cómo puedo mantenerme tranquilo?
Mi amigo a quien amé se ha vuelto arcilla
Mi amigo Enkidu a quien amé se ha vuelto arcilla
¿Acaso no seré también como él
y me acostaré para no levantarme otra vez
por toda la eternidad?»
La tabernera le dijo a Gilgamesh:
«¿Por qué Gilgamesh andas vagando?
La vida que tú buscas no vas a encontrarla
Cuando los dioses crearon la humanidad
impusieron la muerte en la humanidad
guardando la vida en su poder
Tú Gilgamesh llena tu estómago
Regocíjate día y noche
Haz que cada día sea agradable
Renueva día y noche la alegría
Mantén tus ropas limpias
Lava tu cabeza y vierte agua pura sobre ella
Cuida de aquél pequeño que te toma de la mano
Deja que la mujer se regocije sobre tu pecho»
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