¿Una genética mal predispuesta para una enfermedad neurológica se levanta con una correcta dieta, correción del estrés y mucha actividad física y cognitiva? Absolutamente,
y no es solo una tarea del individuo. Cuidar saludablemente y
socioeconómicamente a la población es prevenir el futuro. Un niño sin
buenos hábitos y con una educación deficiente tiene un 300% más de
posibilidad de tener Alzhéimer, así como trastornos por ansiedad o
adicciones. ¡Podríamos avanzar tanto cuidando estas primeras etapas de
la vida!
¿Podemos hacerlo al menos rebajando la tecnología en edades
tempranas? Parece que ya no hay duda del daño que su exceso ha provocado
para la salud mental.El problema no es la tecnología en sí, ni
sus dispositivos, son los estímulos que nos activan y, sobre todo en el
caso de los niños, los que no activan. Por explicarlo de forma
sencilla, tenemos dos sistemas cerebrales, que se han llamado
tradicionalmente sistema 1 (el rápido) y sistema 2 (el reflexivo). El
primero es automático, emocional, no requiere mucho esfuerzo, y muchas
veces se basa en experiencias e intuiciones (pensamiento heurístico). El
sistema 2 es analítico, deliberado y requiere mayor esfuerzo mental. La
tecnología en un niño le hace tirar del sistema 1, pero hace que el 2
no se desarrolle. ¿A partir de qué edad deberían usarse las pantallas? La
tecnología y las pantallas deberían ser algo muy excepcional hasta los
14 o 16 años. A un niño no se le entretiene con un móvil, sino con un
cuento. Y es más necesario que nunca que en la familia y las escuelas se
potencia ese sistema 2, lento y reflexivo. Porque el problema en las
nuevas generaciones es que tienen hiperactivado ese sistema 1 de
pensamiento heurístico por el que aceptan respuestas intuitivas y
emocionales, pero no saben hacer un trabajo de síntesis reflexiva.¿Algo que también podríamos extrapolar cada vez más a los adultos? Sí,
claro, la naturaleza, y por supuesto el cerebro, siempre busca el
camino más sencillo y que requiera menos energía. Y la tecnología para
eso ha sido una maravilla, yo hace años para hacer un diagnóstico
complejo me pasaba un mes investigando y consultando fuentes, ahora lo
tengo en diez minutos. Pero yo sí sé cómo se ha hecho ese resultado, con
pequeñas conexiones. La base de la reflexión compleja, en cualquier
campo, es la suma y comparación de pequeños elementos. El problema es
que los jóvenes se queden solo en el titular, en el primer dato,
impidiendo que el sistema 2 entre a funcionar.
https://www.tiktok.com/@elmundo.es/video/7445240803808611616 https://es.wikipedia.org/wiki/Podredumbre_mental
El concepto "brain rot" ha sido uno de esos mil anglicismos que hemos adoptado
para hacer más amables realidades que asustan —como coliving,
minijob o nesting— porque su alternativa en castellano es
espeluznante: ‘cerebro podrido’ o ‘podredumbre cerebral’.
Es un término de
reciente adopción, aunque lleva gestándose décadas, y comprende el
conjunto de efectos nocivos sobre la salud mental del consumo
excesivo de contenido online, especialmente en redes sociales, y, en
concreto, hace referencia al deterioro de las capacidades
intelectuales y cognitivas por el uso de las mismas.
Es muy fácil de
autodetectarlo: notas que tus periodos de atención plena son cada
vez más cortos, incluso inexistentes, no puedes centrarte en una
sola tarea, sino que tienes que estar realizando varias a la vez e
intermitiendo entre ellas. Has perdido capacidad para retener
información, te cuesta rescatar datos de tu memoria o directamente
eres incapaz de recordar algunas cosas, aunque hayan sucedido hace
escasos instantes. Tus pensamientos son cada vez más simples, y te
cuesta desarrollar entramados mentales complejos, te pierdes en ellos
o te resulta dificilísimo transitarlos. Tu lenguaje también se está
volviendo sencillo, solo encuentras confort en aquellas actividades
de las que obtienes una recompensa inmediata, y sientes ansiedad
cuando no consultas el teléfono móvil constantemente.
¿Y si es tan malo
porque seguimos ahí? Muy fácil: porque es una adicción, y como
cualquier otra, cuesta mucho reconocerse como adicto y lograr
desengancharse.
Pero volvamos sobre
el dumb scrolling —pasarte horas en Instagram o en TikTok viendo
vídeos de corta duración y sin contenido y el brain rot, no
participar de forma activa mentalmente- ¿ hasta qué punto destruyen
directamente los procesos de construcción de pensamientos complejos
y se constituyen como herramienta que favorece la pérdida de
crítica, de cuestionamiento y el anti-intelectualismo?.
De hecho, el imperio
de los bulos y la posverdad se sustenta sobre cimientos
anti-intelectuales.
Además de esto,
pernicioso de por sí, hemos de añadir que esta tendencia a la
podredumbre cognitiva deviene en una evolución de las personas en
meros sujetos de consumo.
Me explico: por
estos mensajes que nos llegan desde internet, estamos asimilando lo
que somos con lo que tenemos, oímos o compramos.
Una gran victoria está tomando esta forma, la de privación de una
identidad ajena al mercado, y un deterioro de nuestra independencia
mental.
Es desalentador,
pero todavía hay esperanza, es difícil, pero se puede reducir el
uso en redes sociales, haciendo un cribado de lo que nos está
aportando y lo que no, volviendo a actividades offline y construyendo
comunidades presenciales, donde forjar vínculos reales y conciencia
colectiva frente a la alienación programada.
MIGUEL ÁNGEL RGUEZ,
ARTÍCULO ADAPTADO
CONTESTA A LAS SIGUIENTES PREGUNTAS:
1.- En el texto, clasifica morfológicamente las palabras subrayadas.
2.- Busca las palabras que no entiendas en el diccionario y explica su significado. Haz frases con ellas diferentes.
3.- ¿ Puedes describir detalladamente algún ejemplo de "Brain rot" a partir de tu uso de las redes sociales?
https://retinatendencias.com/cultura-digital/brain-rot-la-idiotizacion-que-vino-de-italia/