Sin artimañas, se lanza a la maraña de redes este blog de lengua y literatura española... para poder refugiarnos, en tiempos de cólera, en un cuarto propio.

lunes, 27 de octubre de 2025

TABLILLA X: GILGAMESH Y SIDURI

 

 

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Siduri era una tabernera

que vivía a orillas del mar

Poseía estanterías y toneles de oro

y se cubría con velos


Gilgamesh se acercó vagando

Estaba cubierto por una piel

y lucía espantoso


Su cuerpo era la carne de los dioses

pero en su corazón había tristeza

Su rostro reflejaba alguien que viene de lejos


Cuando la tabernera alzó su rostro

y lo vio a la distancia

tomando consejo de su propia mente

se dijo a sí misma:

«Seguramente este hombre

es un cazador de bestias salvajes

¿Pero de dónde vendrá

dirigiéndose derecho hacia mi puerta?»


Así la tabernera lo vio

cerrando la puerta de la taberna

Cerró la puerta y luego

subió a la terraza


Pero Gilgamesh la oyó

y levantando su pera le dijo:

«¿Por qué tabernera cierras tu puerta

tan pronto como me ves?

Cerraste la puerta

y subiste a la terraza

Tiraré abajo la puerta

Destrozaré las trabas»


La tabernera le dijo a Gilgamesh:

«He cerrado mi puerta

y subí a la terraza

Déjame saber acerca de tu viaje»


Gilgamesh le dijo a la tabernera:

«Mi amigo Enkidu y yo

hemos juntado fuerzas

Subimos las montañas

Matamos al Toro del Firmamento

Destruimos a Humbaba

que vivía en el bosque de cedros

y cazamos leones en las montañas que cruzamos»


La tabernera le dijo a Gilgamesh:

«Si Enkidu y tú fueron quienes mataron a Humbaba

que vivía en el bosque de cedros

cazaron leones en las montañas que cruzaron

y mataron al toro que bajó del firmamento

¿Por qué están tus mejillas tan hundidas?

¿Por que está tu rostro tan desolado?

¿Por qué está tu ánimo en la miseria?

¿Por qué está tu mirada tan devastada?

¿Por qué en tu corazón hay tristeza

y tu rostro refleja alguien que viene de lejos?

¿Por qué tu rostro está quemado

por la escarcha y por la luz del sol?

¿Por qué vagas por el desierto

vestido con una piel de león?»


Gilgamesh le dijo a la tabernera:

«¿Por que no deberían mis mejillas estar hundidas?

¿Por que no debería mi mirada estar tan devastada?

¿Por que no debería haber tristeza en mi corazón?

¿Por que no debería mi rostro reflejar

alguien que viene de lejos?

¿Por qué no debería mi rostro estar quemado

por la escarcha y por la luz del sol?

¿Por qué no debería vagar por el desierto?

Mi amigo Enkidu

asno de las tierras altas

pantera del desierto

Mi amigo a quien quise tanto

quien atravesó conmigo cada peligro

Mi amigo Enkidu a quien quise tanto

El destino de los mortales se apoderó de él

Seis días lloré por él y siete noches

No entregué su cuerpo para el entierro

hasta que un gusano salió de su nariz

Entonces me aterré de que también yo moriría

Me atemoricé de la muerte

y por eso vago por el desierto

En lo que se ha covertido mi amigo

ha sido demasiado para soportar

Desde entonces vago por el desierto

¿Cómo puedo mantenerme tranquilo?

Mi amigo a quien amé se ha vuelto arcilla

Mi amigo Enkidu a quien amé se ha vuelto arcilla

¿Acaso no seré también como él

y me acostaré para no levantarme otra vez

por toda la eternidad?»


La tabernera le dijo a Gilgamesh:

«¿Por qué Gilgamesh andas vagando?

La vida que tú buscas no vas a encontrarla

Cuando los dioses crearon la humanidad

impusieron la muerte en la humanidad

guardando la vida en su poder

Tú Gilgamesh llena tu estómago

Regocíjate día y noche

Haz que cada día sea agradable

Renueva día y noche la alegría

Mantén tus ropas limpias

Lava tu cabeza y vierte agua pura sobre ella

Cuida de aquél pequeño que te toma de la mano

Deja que la mujer se regocije sobre tu pecho»