Sin artimañas, se lanza a la maraña de redes este blog de lengua y literatura española... para poder refugiarnos, en tiempos de cólera, en un cuarto propio.

martes, 10 de enero de 2017

PRETEXTO LXXI: SOBRE CONJUROS, AFEITES Y ALCOHOLES EN LA CELESTINA


1.- SOBRE MAGIA Y CONJUROS   

La Celestina:  Celestina conjura en su laboratorio al Demonio, "triste Plutón", hijo de Saturno y, en la mitología antigua, dios de los infiernos, y le obliga a intervenir de modo activo dentro de la casa de Melibea para conseguir que la joven se sienta locamente enamorada de Calisto: 

CELESTINA(Sola):  Conjúrote, triste Plutón, señor de la profundidad infernal, emperador de la corte dañada, capitán soberbio de los condenados ángeles, señor de los sulfúreos fuegos que los hervientes étnicos montes manan, gobernador y veedor de los tormentos y atormentadores de las pecadoras ánimas, regidor de las tres furias, Tesífone, Megera y Aleto, administrador de todas las cosas negras del reino de Éstige y Dite, con todas sus lagunas y sombras infernales y litigioso caos, mantenedor de las volantes harpías, con toda la otra compañía de espantables y pavorosas hidras. Yo, Celestina, tu más conocida clientula, te conjuro por la virtud y fuerza de estas bermejas letras, por la sangre de aquella nocturna ave con que están escritas, por la gravedad de aquestos nombres y signos que en este papel se contienen, por la áspera ponzoña de las víboras de que este aceite fue hecho, con el cual unto este hilado, vengas sin tardanza a obedecer mi voluntad y en ello te envuelvas, y con ello estés sin un momento te partir, hasta que Melibea con aparejada oportunidad que haya lo compre, y con ello de tal manera quede enredada, que cuanto más lo mirare, tanto más su corazón se ablande a conceder mi petición. Y se le abras y lastimes del crudo y fuerte amor de Calisto, tanto, que, despedida toda honestidad, se descubra a mi y me galardone mis pasos y mensaje; y esto hecho pide y demanda de mí a tu voluntad. Si no lo haces con presto movimiento, ternásme por capital enemiga; heriré con luz tus cárceres tristes y escuras; acusaré cruelmente tus continuas mentiras; apremiaré con mis ásperas palabras tu horrible nombre, y otra y otra vez te conjuro, y así confiado en mí mucho poder, me parto para allá con mi hilado, donde creo te llevo ya envuelto. 
Fernando de Rojas





MITOLOGÍA 



Las Erinias son fuerzas primitivas anteriores a los dioses olímpicos, por lo que no se someten a la autoridad de Zeus. Moraban en el Érebo (o en el Tártaro según otras tradiciones), del que solo volvían a la Tierra para castigar a los criminales vivos; durante su estancia en el inframundo, sometían a los eternamente condenados a torturas sin fin.
Se representa a estas hórridas deidades vengadoras como genios femeninos con serpientes enroscadas en sus cabellos, portando látigos y antorchas, y con sangre manando de sus ojos en lugar de lágrimas. También se decía que tenían grandes alas de murciélago o de pájaro, o incluso el cuerpo de un perro.

Las Erinias solían ser comparadas con las Gorgonas, las Grayas y las Arpías debido a su espantosa y oscura apariencia y al poco contacto que mantenían con los dioses olímpicos. Atormentan a los que hacen el mal, persiguiéndolos incansablemente hasta volverlos locos. En un sentido más amplio, las Erinias representan la rectitud de las cosas dentro del orden establecido, protectoras del cosmos frente al caos.


El río Estigia2​ también Éstige​ o Estige​ (en griegoΣτύξStýx) en la mitología griega constituía el límite entre la tierra y el mundo de los muertos, el Hades, al que circundaba nueve veces. Los ríos infernales: el Estigia (río del odio), el Flegetonte (río del fuego), el Lete (río del olvido), el Aqueronte (río de la aflicción) y el Cocito (río de las lamentaciones) convergían en su centro formando una gran ciénaga. Popularmente se creía que las almas de los difuntos podían cruzar el Estigia en una barca guiada a veces por Caronte y a veces por Flegias, pero la mayoría de las fuentes clásicas afirman que el primero porteaba el Aqueronte y el segundo el Flegetonte. Llegados al inframundo, las almas recibían un premio o un castigo en función de la vida que habían llevado cuando estaban vivos, de forma similar a lo establecido por la mitología del Antiguo Egipto.5

La leyenda también cuenta que el Estigia volvía invulnerable cualquier parte del cuerpo que se sumergía en él. Así, Tetis bañó a su hijo Aquiles en el río y este logró la invulnerabilidad, a excepción del talón por el que su madre lo sujetó al sumergirlo y que se convirtió así en su único punto vulnerable.






En la mitología griega, las Harpías o Arpías (en griego antiguo Ἇρπυια Hárpyia, ‘que vuela y saquea’) eran inicialmente seres con apariencia de hermosas mujeres aladas, cuyo cometido principal era hacer cumplir el castigo impuesto por Zeus a Fineo: valiéndose de su capacidad de volar, robaban continuamente la comida de aquel antes de que pudiera tomarla. Esto las llevó a pelear contra los Argonautas.

En tradiciones posteriores fueron transformadas en genios maléficos con cuerpo de ave de rapiña, horrendo rostro de mujer, orejas de oso y afiladas garras, que llevaban consigo tempestades, pestes e infortunio. Esta es la forma que acabó por imponerse y que ha perdurado hasta la actualidad.


https://es.wikipedia.org/wiki/Hidra_de_Lerna


2.- SOBRE EL LABORATORIO: 

 " Y en su casa hacía perfumes, falsaba estoraques, menjuí, ánimes, ámbar, algalia, polvillos, almizcles, mosquetes. Tenía una cámara llena de alambiques, de redomillas, de barriletes de barro, de vidrio, de arambre, de estaño, hechos de mil facciones; hacía solimán, afeite cocido, argentadas, bujelladas, cerillas, llanillas, unturillas, lustres, lucentones, clarimientes, albalinos y otras aguas de rostro, de rasuras de gamones, de cortezas de espantalobos, de taraguncia de hieles, de agraz, de mosto, de destilados y azucarados (...)  Sacaba agua para oler, de rosas, de azahar, de jazmín, de trébol, de madreselva; y clavellinas, mosquetas y almizcladas, polvorizadas, con vino; hacía lejías para enrubiar, de sarmientos, de carrasca, de centeno, de marrubios, con mantecas, que tenía, es hastío de decir : de vaca, de oso, de caballos y de camellos, de culebra y de conejo, de ballena, de garzas y de alcaraván y de gamo (... )
    Los afeites que sacaba por el rostro no es cosa de creer : de estoraque y de jazmín, de limón, de pepitas, de violetas, de menjuí, de alfócigos, de piñones, de granillo, de azofeifas, de neguilla, de altramuces, de arvejas y de carillas y de hierba pajarera; y un poquito de bálsamo que tenía ella en una redomilla, que guardaba para aquel rascuño que tiene por las narices. Esto de los virgos, unos hacía de vejiga y otros curaba de punto. Tenía en un tabladillo, en una cajuela pintada, unas agujas delgadas de pellejos e hilos de cera encerados, y colgadas allí raíces de hojaplasma y fuste sanguino, cebolla albarrana y cepacaballo; hacía con esto maravillas : que , cuando vino por aquí el embajador francés, tres veces vendió por virgen una criada que tenía "




Comentario fragmento:

https://www.larousse.es/catalogos/soluciones/IJ00478801_9999971206.pdf
http://lenguasanchi.blogspot.com/2013/01/comentario-de-texto-de-un-fragmento-del.html